En 1976 cerca a 900 jóvenes civiles son llevados a la ISLA SAN LORENZO frente a las costas de Perú en el Callao, para recibir su instrucción en la Marina; el gobierno militar de la época ya hacía sonar tambores de guerra pues se acercaba el centenario de la guerra con Chile. Estos muchachos eran de diferente condición social, el hippismo estaba de moda y varios de ellos pelucones y totalmente relajados sonreían pensando que la isla era un edén.
Mientras otros chicos más relajados aún, se lanzaban amenazas mostrándose los puños. El duro entrenamiento y represalias al que fueron sometidos, hizo que un grupo de ellos clandestinamente se unieran para darle un castigo a uno de los instructores, ellos eran liderados por un poeta. Uno de los reclutas no pasó desapercibido pues la mala suerte siempre lo seguía, pero todo cambia una tarde cuando ya fuera de la isla, llega a su puesto de guardia, una muchacha que había nacido sin el don de hablar y hace que este pierda la cabeza por ella.