Utopía, una obra maestra de la literatura, fue escrita en latín en Lovaina (1516) por el gran humanista inglés Tomás Moro (Thomas More), dilecto amigo de Erasmo y a la sazón Lord Canciller de Inglaterra. No sabemos cuáles fueron las motivaciones reales del autor, pero sabemos que en un momento de inactividad forzada More se distrajo pintando la imagen del Estado ideal, perfecto: Utopía. Para ello eligió una forma estilística humanística: el diálogo. En él expone Moro, por boca del portugués Hitlodeo, una crítica feroz a la sociedad inglesa de su tiempo, al influjo de las ideas platónicas (La República) y la visión de los florecientes municipios de los Países Bajos. De esta manera surge un nuevo género literario: la idea de construir en el plano intelectual la imagen de una República perfecta, del Estado modelo, pero también con la plena convicción de que esto es algo imposible. El Estado perfecto sólo puede existir en «Ninguna parte», que esto es lo que significa «Utopía» en griego, una isla donde los ríos son Anhidros (sin agua) y los príncipes Ademos (sin pueblo).